El 25 de octubre se publicó en El País y El País
Digital un artículo titulado "España limita mucho el
empleo de lenguajes secretos en Internet", y creemos que diversas afirmaciones
hechas en dicho
artículo merecen un comentario. No queremos criticar la exposición
que se hace sobre la situación legal de la criptografía,
ya que explica con claridad las consecuencias que se pueden derivar del
artículo 52 de la Ley General de Telecomunicaciones. Sin embargo,
el texto continúa en un tono que
consideramos dudoso en un artículo de prensa si pretende pasar
por objetivo y no ser tachado de sensacionalista o poco documentado.
Así, nos encontramos ante frases como "El programa PGP... y que
emplean grupos terroristas", haciendo afirmaciones que pueden resultar
muy espectaculares, pero que una vez más son sesgadas y tergiversan
la realidad de Internet. Como los suscriptores de free-noticias, y todo
aquel que visite nuestro web sabrán, el mencionado programa PGP
es un software criptográfico que permite la encriptación
del correo electrónico, consiguiendo así un objetivo tan
interesante como que nuestro correo sólo pueda ser leído
por el destinatario, y no por terceras personas, protegiendo así
nuestra intimidad. Su equivalente en el mundo físico vendría
a ser el sobre que usamos para proteger nuestras cartas. Por tanto, es
un programa que puede que sea usado por organizaciones terroristas... pero
también por profesores, estudiantes, periodistas, ingenieros, artistas,
jóvenes, mayores... En
definitiva, por cualquier usuario de Internet que quiera proteger su
privacidad, derecho reconocido en nuestra Constitución. Es de suponer
que si El País escribiera en un artículo que dedicara a Correos
"Los paquetes postales, que van cerrados sin poder ver qué contienen,
y son utilizados por terroristas...", se diría que El País
ha escrito un artículo sensacionalista y sesgado. Es curioso como
no se aplica el mismo rasero a Internet.
El siguiente párrafo también merece un comentario muy
crítico por el tratamiento dado a la "estedanografía". En
realidad, el término correcto es esteganografía,tomado directamente
del inglés
steganography. Queremos comentar que el ejemplo puesto sobre un mafioso
ucraniano, es posible que quede muy bien en el argumento de una película
de espías... pero por lo demás no se ajusta muy bien a la
realidad. Es curioso cómo se ha recurrido tendenciosamente a ese
único ejemplo, y sin embargo no se ha comentado la utilidad que
puede tener la esteganografía para un disidente político,
al permitirle burlar la censura impuesta por un régimen totalitario.
O cómo puede facilitar las denuncias anónimas en casos
en los que el testigo puede estar en peligro, como los relacionados con
el narcotráfico.
En definitiva, la impresión que acaba dejando el artículo es la de que Internet es un nido de terroristas y delincuentes que amenaza al ciudadano medio. En ningún momento se habla en el artículo de la necesidad de proteger la privacidad en Internet, de cómo la criptografía fuerte y no regulada es el único medio para conseguirlo, de cómo también es fundamental para el desarrollo del comercio electrónico... Únicamente se da esa impresión que una y otra vez quieren dar los medios tradicionales sobre Internet, no sabemos si para ganar audiencia o por ignorancia.
Así pues, rogamos encarecidamente el empleo de un tono más objetivo en el tratamiento de las noticias relacionadas con la criptografía e Internet.