El jueves de la semana pasada, el Consejo Europeo de Ministros, que tenía que dar la aprobación final al documento ENFOPOL 98, ha decidido retirar el tema de su agenda al menos hasta el otoño. La razón esgrimida ha sido que es necesario una discusión pública de los planes de monitorización indiscriminada que aparecen en esos documentos. Recordemos que ENFOPOL preveía que los diferentes organismos policiales de la Unión Europea pudieran tener acceso en tiempo real a todas las comunicaciones electrónicas de cualquier ciudadano de la Unión Europea, sin necesidad de obtener un permiso previo del juez.
Tras una bochornosa aprobación por el Parlamento Europeo con
sólo un 25% de los eurodiputados presentes, el Consejo de Ministros
ha decidido oír las voces de los diversos organismos pro ciber-derechos
-FrEE entre ellos- pidiendo un debate público antes de la
aprobación final del
documento.
Diversos analistas consideran que lo más probable es que el documento sea revisado y vuelto a debatir en el Parlamento Europeo. Los más optimistas observan que cuando se vuelva a discutir ENFOPOL, la presidencia de la Unión Europea recaerá esta vez en manos de Finlandia, un país famoso por su tradición liberal y por ser el país de la UE más volcado a la Sociedad de la Información, con un impresionante sistema de telecomunicaciones.
ENFOPOL dista mucho de estar derrotado, pero los ciber-activistas hemos ganado una primera batalla: conseguir un debate público previo a su aprobación.
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