Protesta ante los ataques de retirada de servicio al Institue for Global Communications

GILC no se posiciona en relación a la cuestión vasca y no apoya el uso de la violencia de ETA. Nos limitamos a apoyar el derecho de cualquier organización a desarrollar comunicaciones electrónicas sin disrupciones deliberadas, así como el derecho a la libertad de expresión. Aunque ETA realiza acciones violentas, el web en apoyo era en sí un acto no violento.

Comprendemos que un segmento importante de la población española se sintió ultrajada tras el reciente asesinato de Miguel Angel blanco por la organización vasca independentista Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Sin embargo, la presentación de puntos de vista políticos es una cuestión de libertad de expresión, independiente de las acciones físicas de una organización. Los gobiernos pueden y de hecho llevan a los tribunales a aquellos acusados de actos violentos sin suprimir el derecho del defendido o defendida a discutir puntos de vista políticos. Queremos hacer notar que:

1. IGC no estaba ofreciendo espacio a ETA en sí, sino a otra organización independentista vasca (El Congreso Vasco por la Paz), que es una organización radicada en los Estados Unidos de América, que también ofrecía material complementario al de ETA. Si cualquier organización puede ser objeto de censura debido a tenues conexiones con algunas organizaciones que la gente encuentra rechazables, entonces cualquier discusión política resulta amenazada.

2. IGC provee de servicio a cientos de organizaciones de todo el mundo, que se quedaron sin acceso on-line debido a un ataque que protestaba por sólo una organización.

3. Aparte de los legítimos mensajes de protesta, se efectuaron ataques contra el web de IGC y los servidores de correo electrónico con el objetivo de cerrarlos. Se trata de un tipo de disrupción bien conocida (y en algunos países ilegal) que pertenence a la categoría de ataques de retirada de servicio.

4. Mucha gente que envió un número enorme de mensajes de correo electrónico ("bombas por e-mail") camuflaron sus direcciones de forma que no se pudiera averiguar quienes eran los perpetradores.

5. Diversos individuos en Internet y al menos un diario español informaron de los ataques y pidieron a sus lectores que enviaran sus propios mensajes de correo electrónico, formando así una campaña para sabotear IGC. Esta campaña va más allá de la simple protesta y se convierte en una forma de censura y debería ser criticada por cualquier persona que se preocupe por la libertad de expresión.

También condenamos los ataques de retirada de servicio en general. Son una forma no democrática de censurar a un emisor en particular, y realizan un mal uso de Internet al sobrecargar a los provedores de Internet y las redes a través de las que pasa el ataque, obligando así a "terceros inocentes" en toda Internet a pagar por el ataque y sufrir algunas de sus consecuencias.

GILC es una asociación de organizaciones de todo el mundo que defiende la libertad de expresión en las redes electrónicas.

Fronteras Electrónicas (FrEE)
ALCEI (Italia)
Computer Professionals for Social Responsibility (Estados Unidos)
Cyber-Rights & Cyber-Liberties (Reino Unido)
Derechos Human Rights (Estados Unidos)
Digital Citizens Foundation Netherlands (Holanda)
Electronic Frontier Foundation (Estados Unidos)
EFF-Austin (Estados Unidos)
Electronic Frontiers Australia
Electronic Frontier Canada
Electronic Privacy Information Center (Estados Unidos)
Forum InformatikerInnen für Frieden und gesellschaftliche Verantwortung (FIFF, Alemania)
Förderkreis Informationstechnik und Gesellschaft (FITUG, Alemania)
NetAction (Estados Unidos)
Privacy International (Estados Unidos)
Quintessenz (Austria)
XS4ALL Foundation (Holanda)

Fronteras Electrónicas (FrEE) - http://www.arnal.es/free/
E-mail: free@arnal.es